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  • Gonzalo Leitón

Intercambio Uruguay: un acervo de música uruguaya en internet


Intercambio Uruguay (IU) es un grupo de personas que comparte música uruguaya en formato digital por internet. Sus miembros pueden acceder a un catálogo de casi 6.500 discos, a la vez que pueden colaborar y acercar nuevo material1.

El proyecto data de largos años. En 2002 un albañil uruguayo exiliado en España creó el blog fotosdeuruguay. El fin era compartir imágenes del país con otros uruguayos en su misma situación: algunos exiliados políticos, pero la mayoría —como él— económicos. Varios compatriotas empezaron a pedirle que también compartiera música uruguaya. Se fue generando así un pequeño archivo virtual. Al poco tiempo, la cantidad de material y de usuarios se hizo tan grande que el primitivo mecanismo de intercambio colapsó, y fue necesario pensar alternativas.

Hacia 2004-2005 una mujer argentina —ya vinculada al proyecto— sugirió colocar los discos en sitios de descarga externos y desde un blog presentar los links. Se dio entonces la curiosidad de que fotosdeuruguay comenzó a aparecer desde un sitio .ar. El resultado fue tan exitoso (cada vez más personas solicitaban y acercaban material) que las discográficas uruguayas empezaron a investigar el asunto. En febrero de 2008 la administradora del blog recibió una intimación de un abogado de la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (CAPIF) —en respuesta a la presión de AGADU y de las disqueras uruguayas— para que en 48 horas suspendiera la actividad del sitio bajo apercibimiento de iniciar acciones legales. Esta intimación fue la partida de defunción de fotosdeuruguay.

Sin embargo, el proyecto no desapareció totalmente. Algunos miembros continuaron con el emprendimiento y reorganizaron el archivo. Desde entonces, se han enfrentado a presiones e intimaciones de las discográficas, pero siempre han logrado reinventarse. La primera reencarnación fue por medio de un blog español llamado Capitán Sparrow; luego crearon un sitio propio bautizado Paisano con mp3; posteriormente, funcionaron como Raíces uruguayas; después como Intercambio de música uruguaya; y finalmente, desde 2010, como Intercambio Uruguay (IU).

—De la gente que está ahora —señala Vladimir Moraiev (no es su verdadero nombre), uno de los administradores de IU—, uno solo está desde el principio. Por el 2010-2011 llegó a haber como diez o doce personas. Esto requiere mucho trabajo, y a veces no se respeta eso. La gente piensa que nosotros tenemos un sueldo. Y entonces a veces exige de una manera agresiva. La verdad es que esto lleva mucho tiempo, nosotros le ponemos horas. Por 2013-2014 quedamos solamente dos personas, nos bombardeaban por todos lados, hacíamos los envíos manualmente, fue una etapa espantosa. Ahora estamos mejor que en ese momento.

Actualmente, IU cuenta con cuatro administradores para atender a casi 11.000 miembros. Muchos de estos son los propios músicos uruguayos.

—Tenemos una preciosa carta enviada por Marga Fuentes (del famoso dúo Marga y Betty de los años 60) que está en España, y nos agradece infinitamente haber tenido todos sus discos, porque quería crear un blog y no tenía cómo. El único lugar en donde los consiguió fue en IU. Así pasó con los hijos de Víctor Pedemonte, que nos contactaron porque no tenían los discos del padre, se habían perdido y no tenían cómo recuperarlos. Pero tenés casos insólitos: cuando Los Olimareños organizaron el espectáculo en el Estadio Centenario en 2009 querían recuperar el tipo de arreglos de sus primeras grabaciones. Y no las tenían; las consiguieron gracias a nosotros. Es muy fuerte. El Sabalero hasta que se murió era miembro de IU. No estaba con el nombre de José Carbajal, por supuesto, pero sabemos que era él. Uno de los integrantes del Cuarteto de Nos [Santiago Tavella] nos contactó porque necesitaba urgente una cantidad de materiales, más de los que nosotros podíamos pasarle semanalmente. Nos propuso que a cambio de ese material nos daba dos discos inéditos de él. Entonces en IU tenemos dos discos inéditos de este integrante del Cuarteto que están solamente ahí [Un poco de protagonismo (1997) y Santiago Tavella y Los verduleros de Verdi (1998)].

—¿Les ha pasado que algún artista se contacte y les pida que bajen sus trabajos?

—Sí. Es un músico bastante conocido. Pero fue rarísimo porque el tipo lo que pidió fue que bajáramos un disco que él consideraba que estaba mal masterizado. Y después él mismo nos lo mandó remasterizado. La política que tenemos es que si el músico nos pide, entonces lo bajamos. Nosotros respetamos al músico; a las discográficas, no.

I: Juan Pedro Salvo

El acervo de IU se ha ido construyendo poco a poco desde los inicios de fotosdeuruguay. Sus administradores han ido en busca de discos descatalogados, perdidos y antiguos. Se han contactado con coleccionistas y han comprado material en ferias y locales comerciales. El archivo también incluye nuevos lanzamientos, pero estos son compartidos recién a los seis meses de editados, porque consideran que en ese período hay más ventas y el músico puede obtener mayores réditos económicos.

La única condición para que un disco integre el catálogo de IU es que haya sido realizado por músicos uruguayos. No existe discriminación de género: se puede encontrar rock, música tropical, jazz, tango, música folclórica, música culta o de carnaval (el caudal de actuaciones en vivo de murgas es impresionante, incluso en formato audiovisual). Hay fonogramas de artistas oscuros, muy poco conocidos, que editaron su música desde pequeños sellos desaparecidos hace ya varias décadas (Eco/Mallarini, Foldef, Apsa, Tonal, Ceibo), y también hay discos clásicos, mojones en la historia de la música uruguaya, que, sin embargo, no han sido reeditados por los sellos que poseen los derechos.

—Si vos te ponés a pensar que Los Olimareños y Jaime Roos son los tipos que más vendieron en la historia [de este país], ¿cómo puede ser que se den el lujo de no editar el mejor disco de Los Olimareños? ¿Cuál es el argumento? Que si editan Todos detrás de Momo se venderán un par de cientos de ejemplares. Y entonces no les sirve. Ah, ¿entonces no te sirve?, ¿entonces quién es el pirata? ¿Está bien que una discográfica me prive a mí y a las generaciones futuras de un disco majestuoso como Todos detrás de Momo? ¿Qué es lo importante: el acervo cultural uruguayo o el fin de lucro? Eso es lo que la gente se rifa cuando discute sobre estos sitios de descarga. Nosotros apuntamos a tener un acervo cultural que sirva para el futuro y para consulta.

Con el mecanismo de alojar los discos en servidores externos y compartir los links únicamente por medio de correos electrónicos, IU ha podido continuar funcionando en relativa tranquilidad. Sin embargo, los problemas con las disqueras y con la Cámara Uruguaya del Disco no cesaron. En varias oportunidades han hecho caer el blog o denunciado links concretos para que los archivos sean borrados.

—A mí me ofende que me digan pirata. Pirata es el que copia un disco y lo vende en la feria. Yo estoy absolutamente convencido de que el autor tiene que tener su derecho reservado, por supuesto que sí. Estoy de acuerdo con el slogan que pone AGADU: “El derecho de autor es el salario del creador”. Pero entonces cuando vos ves que del precio de venta de un disco el autor se queda con un 5%2, ¿de qué estamos hablando? Creo que los derechos de autor hay que protegerlos. No sé por dónde puede venir la mano, porque esto de la descarga por internet es para siempre, no tiene vuelta atrás. ¿Por qué no pensar otros mecanismos? Por ejemplo: si Antel factura una suma millonaria en dólares anualmente, ¿no se podría destinar un pequeño porcentaje de eso a derechos de autor? Si se legisla en este aspecto, y se logra una buena fórmula, estaríamos llegando al ideal de que esa plata vaya al autor y no al tipo que se lleva la parte del león.

Para conocer más de Intercambio Uruguay:

Web

Primeros pasos

Catálogo de discos

 

Notas:

1 En IU también pueden encontrarse películas, videoclips, catálogos y libros uruguayos. De todos modos, el foco de atención está puesto en los discos.

2 El porcentaje que corresponde al músico por la venta de un disco varía de compañía a compañía y depende a su vez del arreglo de cada disquera con cada artista. Por lo general, el músico obtiene entre 10% y 30% del precio de distribución del disco, que no es el mismo que el de venta al público. Al precio de distribución los locales pueden llegar a aumentarle hasta 60% o 70% para llegar al precio final.

 

La nota recitada por Gonzalo:


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